El desperdicio de alimentos se da en todas las etapas de la cadena de valor: desde su producción, hasta que llega a los hogares de los consumidores. Es por esto que, para lograr su reducción, se deben llevar a cabo planes globales que incorporen a todos los actores involucrados.

A nivel mundial, se estima que más de 1/3 de los alimentos producidos son desaprovechados por diversas razones. Estudios del ReFED Insights Engine muestran que, en los Estados Unidos, los hogares son responsables del 37% del desperdicio, seguidos por los restaurantes y retailers, con un 29%; granjas, un 21%; y finalmente, la producción, con un 13%.

Es evidente que los retailers tienen un papel relevante en esta lucha. Sin embargo, el balance entre la gestión de un inventario óptimo y presentar un mix de productos variados y atractivos a los consumidores es un reto constante. El equilibrio se vuelve aún más complejo para aquellos que manejan productos de alta perecibilidad, como supermercados y tiendas de conveniencia. Hoy, además, se suma la necesidad de tomar en cuenta a los consumidores conscientes del cambio climático, de los cuales el 45% considera que la reducción del desperdicio de alimentos es una prioridad, según la compañía de data science de retail, 84.51°.

Más que una exigencia, afrontar este desafío se vuelve una oportunidad. A través de su aporte, los retailes estarán logrando tener un impacto positivo, al mismo tiempo que reducen su huella de carbono y mejoran su rentabilidad. A continuación, presentamos algunas iniciativas que se pueden poner en práctica para aportar el granito de arena.

  1. Aumentar la precisión en la proyección de demanda: mantener una exhibición atractiva para los clientes usualmente considera tener góndolas llenas y surtidas. La forma más fácil de lograrlo es manteniendo niveles de inventario mayores a lo estrictamente necesario. Sin embargo, el sobre-stock conlleva el riesgo de tener exceso de producto que termina por deteriorarse y desaprovecharse. La recomendación es evaluar periódicamente los excedentes de inventario y ajustarlo continuamente, de modo de tener la cantidad de producto correcta en cada momento.
  2. Implementar sistemas de proyección de caducidad: una de las principales causas de desperdicio de alimentos en retailers es la expiración de productos. Los alimentos son eliminados porque se ha sobrepasado la fecha de caducidad y ya no se pueden vender. Los retailers pueden implementar sistemas analíticos de proyección de caducidad que alertará el pronto vencimiento de productos para que la tienda pueda gestionarlos, por ejemplo, mediante descuentos.
  3. Entrenar al personal de tienda: Algunos retailers a la vanguardia han definido protocolos para disminuir el desperdicio como, por ejemplo, no reponer productos de comida preparada cerca de la hora del cierre, y permitir que se agoten. Pero esta regla no se respetará si los colaboradores no la conocen. Lamentablemente, los retailers enfrentan un nivel de rotación del personal mayor al 60%, de acuerdo con la NRF, dificultando la implementación y mantención de protocolos de seguridad, almacenamiento y gestión de los productos alimentarios. Entonces, se debe poner un esfuerzo adicional para que todo el personal tenga conocimiento actualizado sobre los protocolos, y se logre mejorar la manipulación y gestión de productos de la tienda y reducir efectivamente el desperdicio. Por otro lado, se puede apoyar la concientización sobre el desperdicio de alimentos a través de cursos específicos en el proceso de incorporación. Así, el personal tendrá mayor conexión y entendimiento del problema, elevando su compromiso con la solución.
  4. Gestionar antes de descartar: los retailers tienen varias opciones para gestionar los productos de pronto vencimiento antes de definir eliminarlos. Se puede, por ejemplo, vender los productos antiguos o ligeramente dañados con descuento; establecer alianzas con organizaciones para donar el excedente; o tener asociados para el compostaje del sobrante. Cada retailer puede definir sus propios procesos que permitirán alargar la vida útil de los productos, evitando el desperdicio. Pero como mencionamos anteriormente, un elemento clave para su eficacia, será la forma en que se implementen los protocolos de gestión, de modo que no queden solo en papel.
  5. Realizar auditorías de desperdicio: a pesar de hacer los esfuerzos, siempre pueden ocurrir imponderables que limitan su efectividad. Medir para gestionar es parte de la solución. Es fundamental llevar registro de cada caso y analizar las causas raíz del desperdicio de alimentos para lograr identificar patrones de exceso o problemas de gestión que pueden estar afectando los resultados. La definición de estándares, KPIs y responsables dará estructura para impulsar un proceso de mejora continua.

Algunas de estas iniciativas pueden ser más o menos complejas de implementar. La buena noticia es que hoy existe una amplia gama de soluciones tecnológicas que permiten acelerar y optimizar el proceso en las diversas aristas.

El esfuerzo vale la pena. En Frogmi®, hemos visto como los retailers logran reducir su desperdicio de alimentos en 17% utilizando nuestra solución de task management a nivel de SKU, que les permite automatizar la creación de tareas de gestión de productos de pronto vencimiento y prevenir el desperdicio. Al ser una aplicación, toda la información se consolida digitalmente y queda disponible para el análisis, gestión y toma de decisiones que refuerzan procesos de mejora continua.

Hemos visto como el mundo está volcando sus esfuerzos para lograr disminuir el desperdicio de alimentos. Ahora los retailers tienen las herramientas y el apoyo tecnológico para hacer su parte.