Fuente original: foodretail.es
Aumentar la rentabilidad en el punto de venta mediante estrategias específicas es esencial para lograr diferenciarse en este sector. Os lo contamos.
En estos momentos de revolución y transformación del sector retail y del gran consumo, el merchandising es, sin duda, un elemento estratégico que bien desarrollado puede generar grandes beneficios.
Jacinto Llorca, experto en marketing, retail y management así como presidente de Región de Marketing, expone en su LinkedIn las cinco claves que marcarán la diferencia y ofrecerán ventajas indudables a los retailers. Son las siguientes:
1. Favorece la compra rápida:
Retailer, establece planogramas de tienda que faciliten la compra rápida. Vivimos tiempos en los que los consumidores aún tienen cierto reparo a permanecer mucho tiempo en las tiendas, especialmente en alimentación, donde el tiempo de compra puede ser largo. Si se lo pones fácil al cliente, irá más veces, si no pues penalizará la compra con acciones de compra más rápidas que pueden conllevar a tickets medios más bajos.
2. Si eres marca de gran consumo, no dejes de trabajar el lineal.
Negocia con el retailers las ubicaciones premium y trabaja tu cuota de lineal e implantación. La recomendación de este experto es acudir a un partner especializado que domine el canal y sepa qué se puede hacer, dónde y cómo, de forma que tu inversión en el lineal sea lo más rentable posible.
4. Activa el punto de venta.
Los clientes echamos de menos que haya actividades y cosas divertidas en tienda. Respeta las normas sanitarias, pero haz cosas, es momento de destacar y no ser una marca aburrida más.
5. Carros y cestas de compra forman parte del merchandising.
Son la conexión que hay entre el cliente y el punto de venta y han de estar impolutos y el cliente debe encontrar una estación de desinfección para poder higienizarlos él mismo si quiere antes de tomar uno. Si este es el primer contacto entre cliente y punto de venta, aseguremos que es adecuado.
3. Mide, mide y vuelve a medir.
Esto no es nuevo, pero en una tienda en movimiento, con un consumidor que acude con otra mentalidad muchas veces, y con nuevos productos y cambios en el lineal, es imprescindible medir continuamente los KPI adecuados según los objetivos propuestos, para ver qué está pasando con el lineal y cómo el consumidor está reaccionando al mismo. El éxito depende de la ecuación que forman producto, lineal y consumidor, y medir los resultados es la única manera de corregir y mejorar.